jueves, 14 de mayo de 2009

El Himno de los candidatos

Nece(si)dades

Por Alejandro Matty Ortega


De las tres ocasiones que me ha tocado participar en una elección para Gobernador (4 con ésta) y seis para Alcaldías y Diputaciones (7 ahora), después de la mayoría de edad por supuesto, la dinámica electoral es similar a una fotografía:

La imagen nunca cambia, simplemente se deteriora.

Si acaso algo ha cambiado, es el incremento a las partidas presupuestales o prerrogativas que los partidos políticos obtienen de acuerdo al resultado nominal de las votaciones previas a la campaña en vigencia.

Por Ley, los institutos políticos tienen el derecho de recibir del erario público los recursos necesarios para sufragar los costos operativos y de representación ante la sociedad.

Los candidatos pocas veces son distintos gracias a las oportunidades que le ofrecen los dirigentes eternizados dueños del poder tras el poder, esos que ya no salen tanto en la tele pero que en realidad gobiernan la nación desde sus sillones…

El punto es que muchos de los aspirantes a un puesto de elección popular, los realmente ¿preocupados? por cambiar al País (de dueño), ya probaron las mieles de las oficinas más refrigeradas y ahora pretenden obtener una más grande y más afrodisíaca.

Sobran los nombres de alcaldes que buscan ser diputados locales, alcaldes que quieren ser diputados federales, diputados locales que quieren ser alcaldes o diputados locales que quieren ser diputados federales.

Los más jóvenes, los nuevos, ya sirvieron a la Patria desde alguna Dirección Municipal o Secretaría del Gobierno estatal, por lo que ya cuentan con algún tipo de experiencia en el manejo y compras de conciencias.

¡Perdón!

Quise decir manejo de personal y conocimiento basto en la administración pública.

Destacan los candidatos de apellidos singulares, de abolengo y de larga trayectoria en la política, economía y en las finanzas nacionales, del Estado y Municipio, de linaje fino incluso, del mismo origen pero que pertenecen a partidos diferentes.

Casi casi como decir:

“Todo queda en familia”.

Bueno, lo anterior, en lo que respecta a las respetables personalidades de quienes se pelean por atender las necesidades del Pueblo bajo la premisa de la máxima universal que reza así:

“Quien no vive para servir, no sirve para vivir”.

En cuanto a la propuesta política y la solución a los problemas que aquejan a la sociedad en su conjunto, el “himno” (discurso) ha sido, es y será siempre el mismo, ese que bien lo interpreta el grupo Molotov en una de sus “proezas” musicales.

En resumidas palabras dice:

“Dame, dame, dame, dame todo el power para que te demos en la mad…” o algo así, y lleva como título:

“Dame el poder”.

En el tema del uso desmedido de recursos públicos para auspiciar campañas tanto de dependencias del Estado como del Gobierno federal, hasta el más ignorante conoce su operación, aplicación y distribución porque por fortuna, a final de cuentas, llega a los más necesitados.

Y no es que el Pueblo ignore las estrategias de desvío de fondos del erario para patrocinar a los candidatos, lo que sucede es que los aprovecha ventajosamente porque sabe que difícilmente probará un bocado más de sus impuestos en resto del sexenio (o trienio).

Para variar, no importaría mucho qué personaje representa a determinado partido, si es azul, rojo o amarillo, lo trascendental es pertenecer a uno ya que como independiente, aunque la Constitución lo permite, las leyes electorales parece que no.

O sea que cualquier “jodido” puede ser Gobernador, Alcalde o Diputado, el caso es estar dentro de las filas partidistas y ya tiene posibilidades, y muchas, de ganar una elección.

¡Pero en fin!

Va con todo respeto nuestro afectuoso y caluroso saludo para todo aquel interesado en servir al Pueblo que ya conoce los pormenores de las campañas políticas en Sonora y en general, en todo el País, y está consciente que “prometer no empobrece”.

Lo único que se les pide en estos tiempos son hechos, no palabras.

Mientras, ustedes sigan entonando a los cuatro vientos el himno de todos los candidatos:

“Dame el poder”.

Hasta la próxima, si Usted, Dios y el “himno” nos permiten crear otras Nece(si)dades.
Comentarios a alejandromatty@gmail.com

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